FECHA DE ESTRENO
23 de Diciembre de 1958
TÍTULO ORIGINAL
The 7th Voyage of
Simbad
DIRECCIÓN
Nathan H. Juran
PRODUCCIÓN
Charles H. Schneer, Ray Harryhausen
GUION
Kenneth Kolb
Kenneth Kolb
REPARTO
Kerwin Matthews (Simbad), Kathryn
Grant (Princesa Parisa), Richard Eyer (Genio de la lámpara), Torin Thatcher
(Sokurah el Mago), Alec Mango (Califa), Danny Green (Karim), Harold Kasket
(Sultán), Alfred Brown (Harufa), Nana DeHerrera (Sadi), Nino Falanga
(Marinero), Luis Guedes (Marinero), Virgilio Teixeira (Ali)
CINEMATOGRAFÍA
Wilkie Cooper
BANDA SONORA
Bernard Herrmann
DISTRIBUCIÓN
Columbia Pictures
Columbia Pictures
DURACIÓN
88 minutos
88 minutos
SUCEDIDA POR:
PRINCESA PARISA: “Una lámpara
preciosa. Si hubiera sabido lo bonita que es, hubiera venido antes a verte.
Debes ser muy feliz aquí.”
GENIO DE LA LÁMPARA: “La prisión
más confortable sigue siendo una prisión.”
PRINCESA PARISA: “¿Pero no te
mandan a veces a nuestro mundo para realizar maravillas?”
GENIO DE LA LÁMPARA: “Me llaman
como si yo fuera un esclavo, y tengo que obedecer al que posee la lámpara. Yo
quisiera ser libre, correr aventuras y surcar los mares, como el Capitán
Simbad. Pero eso es para niños de verdad, no para un Genio.”
PRINCESA PARISA: “¿Y no hay forma
de que escapes a tu esclavitud?”
GENIO DE LA LÁMPARA: “Tal vez
algún día. Pero no podré salir al mundo hasta que alguien me llame por mi
nombre.”
PRINCESA PARISA: “¿Cómo te
llamas?”
GENIO DE LA LÁMPARA: “Barani.”
Se trata de la primera película de la trilogía de Simbad
creada para Columbia Pictures, que fue seguida de “El Viaje Fantástico de
Simbad” (1973) y “Simbad y el Ojo del Tigre” (1977). Las tres películas fueron
concebidas por Ray Harryhausen, quien utilizó la técnica de animación “stop
motion” en color, conocida como Dynamation. La traducción original del título
sería “El Séptimo Viaje de Simbad el Marino. Sin embargo, la trama no sigue la
historia de dicho cuento, teniendo más en común con “El Quinto Viaje de Simbad
el Marino”, que incluía el ave gigante conocida como Roc, y su polluelo siendo
masacrando y consumido por la tripulación de Simbad.
Las secuencias de animación en “stop-motion” fueron lo
más complicado de la película. Ray Harryhausen precisó de once meses para poder
completarlas en color. El logo del nuevo estilo conocido como Dynamation fue
utilizado por primera vez en esta película. A la hora de crear al Cíclope,
Harryhausen decidió dotarle de un cuerno central, piernas de cabra peludas y
pezuñas hendidas, características del concepto del dios Griego conocido como
Pan.
Gran parte del diseño de la criatura, en especial el torso, pecho, brazos,
posturas y estilo de movimientos, surgieron de su concepto de la criatura
Venusiana, Ymir, de su trabajo anterior “A 20 Millones de Millas de la Tierra”
(1957). Utilizó la misma armadura para ambas figuras, aunque tuvo que eliminar
el cuerpo de látex de Ymir. Para realizar la escena en la que Sokurah
entretenía al Califa y el Sultán convirtiendo a Sadi en una Mujer Cobra,
Harryhausen decidió investigar. Se concentró en el arte del baile del vientre,
observando a una bailarina en Beirut, Líbano. Durante dicha actuación, el
director declaró que le salía humo de la chaqueta. Inicialmente pensó que
estaba quemando, hasta que se percató de que había un hombre detrás fumando de
una cachimba. El Cíclope se convirtió en la criatura más popular de la
película, pero la favorita de Harryhausen siempre fue la Mujer Cobra.
El guion original de la película incluía un clímax que
mostraba a dos Cíclopes luchando entre sí. Sin embargo, en la versión final se
optó por que un Cíclope se enfrentara al Dragón de Sokurah.
El modelo del
Dragón era de casi un metro de longitud, por lo que animarlo supuso todo un
reto para el equipo. La secuencia de dicha lucha llevó casi tres semanas de
trabajo hasta que Harryhausen fue capaz de completarla. Originalmente se había
planeado que el Dragón escupiera fuego durante toda la secuencia, pero el plan
se descartó debido a los elevados costes. En las secuencias en las que el
Dragón sí escupía fuego al enfrentarse a Simbad, Harryhausen utilizó un
lanzallamas, disparando llamaradas de hasta doce metros de longitud contra el
cielo durante la noche. Tras esto, superpuso el fuego rodado para que pareciera
salir de la boca del Dragón. El combate entre Simbad y el Esqueleto Guerrero
alcanzó tal popularidad con los espectadores, que Harryhausen recreó y expandió
la escena cinco años más tarde. En esa ocasión creó un ejército de esqueletos
que se enfrentaba al héroe griego Jason en la película “Jasón y los Argonautas”
(1963), dirigida por Don Chaffey.
La banda sonora de la película fue compuesta por Bernard
Herrmann, más conocido por su colaboración con Alfred Hitchcock. Herrmann
continuó cooperando con Harryhausen en repetidas ocasiones, pero el director
siempre consideró que su trabajo con “Simbad u la Princesa” fue el mejor debido
a la empatía del compositor con el tema aventurero de la película.
Siempre me han fascinado este tipo de películas de aventuras
fantásticas, con criaturas mitológicas que bien parecen estar hechas de
plastilina. Recuerdo haber visto las películas de Simbad cuando solo era un
crío, y contenían todo lo que puede hacer soñar un niño con explorar el mar y
descubrir criaturas de toda clase. Siempre he mantenido que dichos efectos
especiales poseen un encanto muy especial, aunque muchos los puedan considerar
cutres a día de hoy. En lo relativo a los personajes, siempre me quedaré con Kerwin
Matthews en el papel de Simbad, y el genial Torin Thatcher como el excepcional
villano, el mago Sokurah.
Tanto los personajes de la Princesa como el del Genio
siempre me han parecido algo empalagosos.
Todas las criaturas me parecen formidables. No voy a negar que el
Cíclope sea formidable, pero he visto muchas criaturas de ese estilo en muchas
películas. Personalmente me quedé muy impresionado con la escena de la Mujer
Cobra, por lo que puedo decir que en ese sentido estoy de acuerdo con el
director. La escena del esqueleto guerrero también me impresionó, aunque debo
reconocer que esta fue superada con creces por la de “Jason y los Argonautas”.
En definitiva, lo que me enamora de estas películas es que no
importa cuando las vea, siempre consiguen llevarme a ese tiempo en el que era
un niño soñando con aventuras.
HISTORIA (esta sección contiene detalles de la trama y el
argumento)
Simbad el marino se encuentra navegando en su barco con su
tripulación, perdido debido a la intensa niebla.
Tras realizar un sondeo de
profundidad, Simbad se percata de que se aproximan a una isla desconocida. A
bordo del barco se encuentra la Princesa Parisa y su dama de compañía Sadi.
Durante el viaje, Simbad y Parisa se han enamorado, y se dirigen a Bagdad para
casarse. Dicho matrimonio establecerá la paz entre Persia y el Reino del padre
de Parisa, el Sultán. Simbad le informa a Parisa que han localizado una isla,
pero Sadi se muestra contrariada por que la Princesa haya accedido a realizar
el viaje para terminar perdiéndose.
A la mañana siguiente, la tripulación desembarca en la isla en
busca de provisiones. Allí divisan una extraña gruta de la que sale un mago con
una lámpara mágica, perseguido por un enorme Cíclope. La isla resulta ser
Colossa, hogar de los Cíclopes. El mago convoca al Genio de la lámpara,
ordenándole que establezca una barrera entre la tripulación y el Cíclope. El Genio
tiene éxito, y el mago y la tripulación escapan en un bote. Sin embargo, el
Cíclope arroja una enorme roca sobre el bote, y todos caen al agua.
Aunque
todos logran llegar al barco, la lámpara cae en la profundidad del mar, y es
recogida por el Cíclope. El mago se presenta como Sokurah, y le ofrece a Simbad
una fortuna para regresar a la isla y recuperar la lámpara. Sin embargo, Simbad
no quiere arriesgar retrasar su matrimonio y la paz que el mismo conlleva, por
lo que se niega a regresar.
El barco logra llegar a Bagdad, donde Simbad y Parisa son
recibidos por el Califa. Sokurah también se reúne con el Califa, quien le
solicita que haga una demostración de sus poderes durante las festividades.
Sokurah accede y solita un barco para regresar a Colossa y recuperar la
lámpara, pero siguiendo el consejo de Simbad el Califa no accede. A las
festividades llega el Sultán, padre de Parisa. Sokurah realiza su demostración
de magia con ayuda de Sadi, fusionándola con una cobra. Sadi está a punto de
perecer cuando está a punto de ser estrangulada por su nueva cola reptil.
Sokurah evita el desastre y vuelve a solicitar medios para regresar a Sokurah.
El Califa se niega de nuevo y solicita a Sokurah que prediga el futuro de
Bagdad.
Sokurah predice un gran desastre como consecuencia de la guerra entre
Bagdad y el Reino del Sultán, así como que la boda entre Simbad y Parisa no
tendrá lugar. Simbad agrede a Sokurah, quien se ofrece a evitar el desastre con
su magia, a cambio de que le concedan la expedición a Colossa. El Califa se
niega enfurecido y le expulsa amenazando con arrancarle los ojos si regresa.
Por la noche, Sokurah visita los aposentos de la Princesa mientras
duerme, y utiliza su magia para reducir su tamaño. A la mañana siguiente,
Simbad descubre a la diminuta Princesa Parisa. Esto provoca la furia del
Sultán, quien decide declarar la guerra a Bagdad. Simbad le pide ayuda a
Sokurah, quien explica que puede realizar una poción para curar a Parisa. Sin
embargo, requiere la cascara de un ave gigante llamada Roc, que reside en
Colossa. El Califa accede a organizar una expedición, preparando un barco con
los diseños de una ballesta gigante creados por Sokurah. El mago también
declara que Parisa debe acompañarles, pues tiene que beber la poción en su
palacio.
Para completar su tripulación, Simbad recluta prisioneros del Califa a
cambio de su libertad. Con todo preparado, el barco de Simbad parte hacia la
Isla de Colossa. Parisa es transportada en una diminuta caja elaborada por un
joyero.
A punto de llegar a Colossa, parte de la nueva tripulación se
amotina atacando al propio Simbad. Los convictos logran hacerse con el barco, a
pesar de la maldición que Sokurah lanza contra ellos. Los convictos encierran a
Simbad, su segundo al mando y Sokurah en la bodega y cambian el rumbo. Sokurah
le explica a Simbad que al sur de Colossa se encuentra una isla maldita
habitada por demonios, cuyos gritos provocan la locura y que los hombres
estrellen sus barcos en sus costas. Simbad utiliza cera para tapar sus oídos y
los de sus aliados. Poco después, una gran tormenta lleva al barco a la isla,
donde la tripulación de convictos enloquece debido a los gritos de los
demonios. Simbad consigue hacerse con el control del barco y desviarlo de
regreso a la Isla de Colossa.
Una vez allí, Simbad y sus hombres desembarcan en la isla
preparando la ballesta gigante diseñada por Sokurah.
Simbad y algunos de sus
hombres exploran el Valle de los Cíclopes y localizan un enorme tesoro
escondido en una gruta. Simbad intenta que todos salgan de la cueva y sigan con
la misión, pero sus hombres se revelan. Para empeorar la situación todos son
localizados por el Cíclope, que logra capturarles. Solo Sokurah y unos cuantos
hombres permanecen libres. Sokurah decide no liberar a Simbad y sus hombres de
la jaula en la que se encuentran, pero la diminuta Princesa consigue abrir el
cerrojo de la jaula y liberarles. Mientras tanto, Sokurah busca la lámpara en
la gruta del Cíclope, y consigue hacerse con ella. Simbad le localiza, y tras
cegar al Cíclope con una antorcha, le arrebata la lámpara a Sokurah.
Finalmente, Simbad guía al Cíclope ciego con sus gritos hasta un acantilado,
por el que monstruo cae perdiendo la vida.
Simbad decide guardar la lámpara, al no fiarse de Sokurah. La
expedición sigue adelante por un acantilado, hasta divisar un huevo de Roc que
no es válido al estar a punto de eclosionar. Dos hombres hambrientos deciden
partirlo, y del huevo surge una cría de Roc de dos cabezas, al que aniquilan.
Simbad se hace con un trozo de cascaron de un huevo valido y todos se dirigen
al palacio de Sokurah localizado en la isla. Simbad no se fía del mago, por la
que la Princesa Parisa se introduce en la lámpara con la intención de conocer
sus secretos. Allí se encuentra con el Genio, que revela que siempre se ha
sentido como un esclavo, y que desea ser libre. La única forma es que alguien
le convoque por su propio nombre, Barani. Parisa le promete ayudarle a cambio
de las palabras que permitan a Simbad controlar el poder de la lámpara.
Justo entonces, la expedición es atacada por la Roc adulta. Simbad
intenta convocar al Genio, pero la lámpara se le cae y Sokurah intenta hacerse
con ella. Simbad consigue hacerse con la lámpara, pero el Roc lo lleva hasta su
nido, mientras Sokurah captura a la Princesa. Simbad logra escapar del nido y
convoca al Genio, quien le indica cómo llegar al palacio de Sokurah, oculto en
una cueva. Allí, Simbad se encuentra con un dragón guardando la entrada, pero
consigue evitarlo con ayuda del Genio. Simbad logra entrar en el palacio y
localiza a Sokurah y la cautiva Princesa.
Sokurah le comunica que ya preparado
la poción, pero que desea la lámpara a cambio. Sokurah utiliza la poción para
restaurar el tamaño de la Princesa, y Simbad le comunica que tendrá la lámpara
cuando estén a salvo en el barco. Sokurah convoca a un esqueleto guerrero para
que mate a Simbad, pero el héroe consigue destruirle. Sokurah decide escapar y
utiliza su magia para bloquear la salida para Simbad y Parisa. La Princesa
convoca al Genio, quien les ayuda a escapar de la cueva. Al observar un río de
lava, la Princesa recuerda unos versos en el interior de la lámpara, y deduce
que debe arrojarla para liberar al Genio. Tras hacerlo, la pareja elude al
dragón de nuevo y sale de la cueva.
Una vez fuera de la cueva, Simbad y Parisa se encuentran con otro
Cíclope y deciden liberar al dragón para ambos monstruos se enfrenten entre sí.
Mientras las criaturas luchan, la pareja escapa y el dragón acaba con el
Cíclope. Sokurah le ordena a su dragón que acabe con Simbad y Parisa, quienes
se encuentran con el resto de la tripulación en la playa. Allí, utilizan la
ballesta gigante para acabar con el dragón que cae sobre el mago Sokurah
acabando con su vida. El barco de Simbad parte con Barani a bordo, que ha
quedado libre y se convierte en grumete de Simbad. Como agradecimiento y regalo
de boda, Barani ha subido al barco todo el tesoro de los Cíclopes.
ESCENA
Simbad se enfrenta al Esqueleto Guerrero convocado por el
traicionero mago Sokurah.
Recuerdo haber visto esta película a muy temprana edad, no me olvido de la escena en la que la princesa queda reducida a un tamaño similar al de los gnomos y de como se mete en la lámpara del genio. No sé si habrás visto el ladrón de Bagdad, que era sin duda mi favorita desde los 6 años sino antes, y que por fortuna pude recuperar más de 10 años buscándola, en dvd, después de que erróneamente fuera borrada. Me ha alegrado volver a ver imágenes de este clásico. Gracias
ResponderEliminarHarryhaussen, un genio.
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